Visitas: 1
ATLANTA, EEUU, 28 jun (Reuters) – Los aliados del presidente Joe Biden trataban el viernes de contener las consecuencias de su titubeante actuación en el primer debate presidencial de Estados Unidos en 2024, después de que se complicó al tratar de contener un aluvión de ataques y afirmaciones falsas de su rival republicano Donald Trump.
La campaña de Biden esperaba que un buen debate disipara la preocupación de los votantes de que el actual presidente demócrata, de 81 años, es demasiado viejo para un segundo mandato de cuatro años.
En cambio, un ronco Biden tropezó con sus palabras y perdió el hilo en ocasiones, especialmente al principio del debate.
Un donante de Biden, que pidió el anonimato, sostuvo que su actuación lo “descalifica” y predijo que algunos demócratas volverían a pedir que Biden se haga a un lado en favor de otro candidato antes de la convención nacional del partido en agosto.
Los demócratas, presas del pánico, intercambiaban mensajes preguntándose si Biden se plantearía dimitir.
Un estratega demócrata de alto nivel dijo que habría peticiones para que Biden dimita.
Una de esos pedidos vino de Thomas Friedman, el columnista del New York Times que es escuchado por el presidente, quien llamó a Biden un buen hombre y un buen presidente en un artículo de opinión a primera hora del viernes.
Sin embargo, para detener a Trump, escribió, “el presidente tiene que dar un paso al costado y declarar que no se presentará a la reelección”.
“No es probable que eso ocurra”, replicó el copresidente de la campaña de Biden, Mitch Landrieu, en CNN. Mientras se despeja el polvo del debate y a cuatro meses de las elecciones, pronosticó que Biden y Trump serán los candidatos en noviembre.
Josh Shapiro, gobernador demócrata de Pensilvania, instó a los demócratas a dejar de preocuparse y empezar a trabajar.
“Joe Biden tuvo un mal debate, cierto, pero Donald Trump fue un mal presidente”, dijo Shapiro.
Entrevistas con votantes indecisos confirmaron que fue una mala noche para Biden. Describieron su actuación como débil, embarazosa y difícil de ver.
Dos funcionarios de la Casa Blanca dijeron a mitad del debate que Biden estaba resfriado, lo que refleja la ansiedad de sus asesores por su actuación.
La vicepresidenta Kamala Harris admitió que Biden tuvo un “comienzo lento”, pero argumentó que su historial de tres años y medio como presidente pesaba más que un debate de 90 minutos.
El gobernador de California, Gavin Newsom -que podría ser una de las principales alternativas demócratas si Biden se aparta- descartó la idea de que Biden pueda ser sustituido.
Trump, de 78 años, también se ha enfrentado a dudas sobre su idoneidad para el cargo, dada su condena el mes pasado en Nueva York por encubrir pagos de dinero a una estrella del porno, sus esfuerzos por anular las elecciones de 2020 y su caótico mandato.
Pero a pesar de la letanía de falsedades de Trump durante el debate, la atención posterior se centró directamente en el actual presidente.
Ninguno de los dos candidatos es popular, y las encuestas muestran que muchos estadounidenses están insatisfechos con sus opciones. El país está profundamente polarizado, y la mayoría de los votantes han expresado su preocupación por que la violencia política pueda seguir a las elecciones.
(Reportaje de Helen Coster y Steve Holland en Atlanta y Trevor Hunnicutt en Washington; Reportaje adicional de Nandita Bose y Doina Chiacu; Redacción de Joseph Ax; Edición de Kieran Murray, Howard Goller y Nick Zieminski, Editado en español por Juana Casas)