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Bebidas energizantes y alcohólicas son las sustancias con mayor prevalencia entre los estudiantes
Un informe titulado La incidencia del clima escolar sobre la percepción de seguridad de los estudiantes y sus desempeños, difundido este jueves por el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineed), y al que accedió el portal de los Medios Públicos, analizó las habilidades socioemocionales, el consumo de drogas, aproximado por la proporción de estudiantes del centro que declara haber consumido alcohol, marihuana u otras drogas (cocaína, pasta base, éxtasis, hachís o alucinógenos), el índice de violencia barrial reportado por el director, el índice de apertura hacia la diversidad entre los estudiantes de tercer año. Como variables de control, se incorporan el género y el nivel socioeconómico del centro y del estudiante. El estudio se realizó entre alumnos de tercer año de enseñanza secundaria.
Los resultados expresan que, mientras que la violencia en el barrio, el índice de diversidad y el clima de aula resultan significativos para explicar la percepción de seguridad del estudiante, las habilidades socioemocionales y el consumo de drogas no presentan una relación directa significativa.
De acuerdo a lo analizado por el Ineed la percepción de seguridad en el centro educativo se asocia de forma negativa con la violencia barrial y con ciertas conductas de riesgo de los estudiantes (ansiedad, depresión, problemas somáticos).
Consumo de drogas
El relevamiento no fue orientado al consumo problemático de sustancias psicoactivas, sino a la prevalencia en el consumo. Un 83,8% de los estudiantes declara haber consumido al menos alguna sustancia psicoactiva durante los 12 meses previos al relevamiento.
Las bebidas energizantes (Red Bull, Speed, etc.) y las alcohólicas son las sustancias con mayor prevalencia entre los estudiantes (69,4% y 62,1%, respectivamente).
Les siguen el consumo de medicamentos (18,9% de los estudiantes declara haber tomado medicamentos tranquilizantes o estimulantes), de tabaco (13,5%) y de marihuana (11,4%).
Por su parte, la cocaína, la pasta base, el hachís, los alucinógenos y el éxtasis son las que se consumen en menor medida (4%).
El informe señala que, al analizar las diferencias entre varones y mujeres por sustancia, se observa que entre las mujeres es claramente más alto el consumo de medicamentos que entre los varones (23,3% y 13,7%, respectivamente), mientras que el consumo de bebidas energizantes y de otras sustancias es mayor entre los varones. En el primer caso, pasa de 65,7% entre las mujeres a 73,1% entre los varones, mientras en el segundo caso, si bien la magnitud es claramente más baja, entre los varones es casi el doble que entre las mujeres (5,2% y 2,6%, respectivamente).
Mujeres tienen peor desempeño en matemática y lectura
Según los resultados del informe, las mujeres alcanzan resultados peores a los varones tanto en matemática como en lectura.
El aspecto fundamental es que en este análisis, además de considerar el contexto socioeconómico del centro, el estatus socioeconómico de las familias, la edad (indicador de trayectorias educativas) y la zona de residencia de los estudiantes, también se toman en cuenta otros factores, tanto protectores como de riesgo sobre el clima escolar.
Cuando se compara mujeres y varones con iguales niveles de conductas de riesgo y consumo de drogas, mismos niveles de motivación y autorregulación, de vínculos y de actitudes hacia la diversidad e igualdad de género, se observa que los varones obtienen puntajes superiores a las mujeres en ambas pruebas.
Seguridad
El informe del Ineed muestra que mientras que los contextos barriales violentos afectan de forma negativa la percepción de seguridad de los estudiantes, un clima de aula caracterizado por fuertes vínculos entre estudiantes y docentes, fuerte sentido de pertenencia del estudiante al centro educativo, una percepción de los estudiantes de que su voz es tenida en cuenta, así como el abordaje del conflicto mediante el diálogo y el respeto, afectan de forma positiva y directa su percepción de seguridad, concluye el estudio.
Lo mismo sucede con las actitudes de apertura hacia la diversidad. Asimismo, los resultados dan cuenta de la influencia de varios de estos factores o conductas de riesgo, como el consumo de drogas por parte de los adolescentes.