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Está claro que el conductor estaba consciente al momento del choque: lo dicen las imágenes de la cabina, los testigos y también el informe médico que descarta que haya sufrido un ACV o ataque cardíaco.
La Fiscalía solicitó investigar el entorno familiar del chofer que protagonizó el accidente fatal en la costa de Pocitos, al tiempo que la hipótesis de que el episodio se debió a un fallo en los frenos pierde fuerza.
A casi diez días del accidente del ómnibus de la línea 121 que terminó en la playa Pocitos, todavía se desconoce qué llevó al chofer de la unidad, un conductor de 65 años con gran experiencia en Cutcsa, a circular 800 metros a contramano por avenida Brasil para luego impactar el muro de la rambla y terminar en la arena.
El accidente, que se cobró la vida de una mujer de 55 años y dejó a otras 14 personas con lesiones de distinta entidad, sigue siendo un misterio, aunque la hipótesis del desperfecto mecánico comenzó a perder respaldo a la luz de las evidencias.
Está claro que el conductor estaba consciente al momento del choque: lo dicen las imágenes de la cabina, los testigos y también el informe médico que descarta que haya sufrido un ACV o ataque cardíaco. También se puede ver que el conductor no realiza ninguna maniobra para intentar frenar el vehículo.
Segundos antes de chocar contra el muro de la rambla el chofer toca algunos botones de la consola que no tienen ninguna funcionalidad para frenar el ómnibus. De hecho, uno de ellos hace que el vehículo avance hacia delante y se intenta determinar si es ese el que finalmente accionó el conductor.
El presidente de Cutcsa, Juan Salgado, aseguró días atrás que “es imposible que ese modelo de ómnibus se quede sin freno”, ya que tiene tres sistemas independientes para lograr detenerlo en una situación de emergencia.
Por eso la Fiscalía, a cargo de Leandro Morales, pidió entrevistar a los familiares del chofer para determinar si había tenido algún
comportamiento inusual, o algún problema que podría haberlo llevado a tomar la decisión de chocar el ómnibus a propósito.
Hasta ahora el conductor solo dio una declaración escueta en la que asegura no recordar nada de lo que ocurrió minutos antes del accidente.
Mientras tanto restan pericias clave como la toxicológica o sobre la mecánica del ómnibus.
La carátula del caso cambió con la muerte de una de las pasajeras que iban en el vehículo de la línea 121. Los próximos días serán claves para determinar la responsabilidad del chofer.