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Paralelamente, se analiza un plan de contingencia en caso de que gane el plebiscito impulsado por el Pit Cnt
El presidente de la República, Luis Lacalle Pou, encabeza desde esta mañana una reunión en su oficina de Torre Ejecutiva con la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Mario Arizti, el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Fernando Blanco, el presidente del Banco de Previsión Social, Alfredo Cabrera, y el asesor en materia de seguridad social y redactor de la reforma del Poder Ejecutivo, Rodolfo Saldain.
El encuentro tiene como objetivo preparar una estrategia de campaña para defender la ley 20.130 de reforma de la seguridad social, pero también establecer las acciones a tomar en caso de que prospere en las urnas el plebiscito impulsado por el Pit Cnt, con el apoyo del Partido Comunista y el Partido Socialista, ya que queda inmediatamente ratificado si se aprueba por el 50% de los votos.
La propuesta de la central sindical consiste en bajar la edad jubilatoria mínima a los 60 años, sujetar el monto de las jubilaciones al salario mínimo nacional, eliminar el ahorro individual, el lucro y las AFAP.
El gobierno, la coalición republicana, el resto del Frente Amplio y más de 100 dirigentes y personalidades vinculadas a la economía de la coalición de izquierda han manifestado que la aprobación del plebiscito traería graves perjuicios a la economía uruguaya y a la ciudadanía. Entre ellos, la suba de impuestos, el aumento del gasto público de forma inmediata y a largo plazo, el desfinanciamiento del sistema de seguridad social por un mayor gasto por parte del Banco de Previsión Social y de las cajas paraestatales, la pérdida del grado inversor al cambiar las reglas de juego en Uruguay, y pérdidas millonarias por juicios contra el Estado por la confiscación de los ahorros.
El Frente Amplio dejó en libertad de acción a sus adherentes, en tanto, el candidato a la presidencia de la República, Yamandú Orsi, y su compañera de fórmula, Carolina Cosse, anunciaron que no lo votarán.
La semana pasada, el presidente de la República, reiteró su postura en defensa de la reforma aprobada por su gobierno, argumentando que era una necesidad que se había postergado durante años. Destacó que la reforma era urgente desde hace más de 15 años y que su administración asumió la responsabilidad de llevarla adelante. Recordó que el proceso fue largo y participativo, con un amplio diálogo nacional y consultas a diversas delegaciones. Subrayó que, a pesar del «costo político» que implicó, su gobierno no evadió la tarea de discutir y conseguir los votos necesarios para implementar los cambios necesarios.
El presidente también advirtió sobre las posibles consecuencias negativas del plebiscito, incluyendo un «efecto dominó» que podría forzar al próximo gobierno a aumentar impuestos y afectar la confianza internacional en el país. Resaltó que su administración ha logrado mantener el riesgo país en niveles históricamente bajos, y un cambio en la reforma podría revertir esta situación. La conferencia de prensa se anticipa como un momento clave para la administración de Lacalle Pou, quien buscará fortalecer su posición y abordar las objeciones planteadas por los opositores a la reforma.