Según Grandi, el incumplimiento del derecho internacional humanitario supone que “las partes en conflicto — cada vez más en todas partes, en casi todas — han dejado de respetar las leyes de la guerra”, aunque alguno de los bandos pretenda hacerlo.
El resultado es un incremento en las muertes de civiles, el uso de la violencia sexual como arma de guerra, el ataque y la destrucción de hospitales, escuelas y otra infraestructura civil, y la conversión de los trabajadores humanitarios en objetivos, apuntó.
Describiéndose como un humanitarista frustrado y dirigiéndose directamente a los 15 miembros del Consejo, Grandi afirmó que, en lugar de utilizar su voz, “la cacofonía del Consejo ha significado que han seguido presidiendo una cacofonía más amplia de caos en todo el mundo”.
Para las decenas de miles de personas que han perdido la vida en las guerras en Gaza, Ucrania o Sudán, entre otras, ya es demasiado tarde, añadió el funcionario.
“Pero no es demasiado tarde para centrar su atención y energía en las crisis y conflictos que siguen sin resolver, para no permitir que se enconen y estallen de nuevo”, apuntó Grandi. “No es demasiado tarde para incrementar la ayuda a los millones de desplazados forzosos para que regresen a sus hogares de forma voluntaria, con seguridad y dignidad”.
Tampoco es tarde aún para salvar a millones de personas del azote de la guerra, indicó.
Pero el Consejo de Seguridad está cada vez más polarizado y sus cinco miembros permanentes con derecho a veto están enfrentados, con Estados Unidos, Reino Unido y Francia de un lado, y a menudo Rusia y China del otro.
En la guerra entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza, la oposición de Washington — el aliado más cercano de Israel — ha frustrado un pedido de alto el fuego. Y en lo relacionado con Ucrania, ha resultado ser ineficaz ya que Rusia, que invadió su país vecino en febrero de 2022, vetaría casi cualquier resolución.
Grandi dijo que lo que ocurre en Gaza desde la sorpresiva y letal incursión de Hamás en el sur de Israel el 7 de octubre y los “atroces” y recientes episodios en la ciudad sureña de Rafah, como un incendio mortal causado por un ataque aéreo israelí en un campo para desplazados palestinos, son un ejemplo de la “brutal dirección de las hostilidades, destinadas no sólo a destruir sino también a aterrorizar a los civiles”, que cada vez con más frecuencia no tienen otra salida más que huir.
Gaza es también “un trágico recordatorio de lo que ocurre cuando los conflictos (y por extensión, las crisis de refugiados) quedan desatendidos” durante décadas, afirmó. Grandi mencionó también el caso de Siria, donde luego de 13 años de guerra, 5,6 millones de refugiados continúan en países vecinos como Líbano y Jordania, que también acogen a refugiados palestinos.
Grandi sostuvo que las violaciones del derecho internacional, incluyendo obligar a la gente a huir, tienen un efecto devastador en todo el mundo.
En Myanmar, por ejemplo, más de 1,5 millones de personas se han visto desplazadas por los combates desde octubre, lo que sitúa el total en más de 3 millones, “y muchos tratan de buscar refugio en países vecino”», dijo.
En Ucrania, el derecho humanitario internacional se viola a diario en los ataques de las tropas de Moscú contra la red eléctrica, viviendas y otra infraestructura civil, agregó.
Y, en Congo, “la violencia entre hombres armados es tan común que ningún otro lugar de la Tierra es tan peligroso para las mujeres y los niños como el este del país”, dijo Grandi.
“Pero, ¿cómo es posible que los miembros de Naciones Unidas, cómo puede ser que `nosotros el pueblo’ prestemos tan poca atención y tengamos tanta inacción en un lugar donde el sexo con un menor cuesta menos que una bebida fría?”, preguntó.
“¡Qué mancha vergonzosa para la humanidad!”, declaró Grandi.
www.apnews.com