Sorpresivamente Marcelo Malaquina, da un paso al costado, se va a tomar unas vacaciones para volver con más fuerza, un político de mucho futuro. En estos últimos días se habla que Albisu lo ninguneo, gracias a el Albisu es intendente metió 15.000 votos. La presión de su gente, Albisu prefirió gente de Coutinho que metió 2500 votos, se dice que entre marzo y abril ingresan a trabajar en la Intendencia, creemos esta vacaciones le van a venir muy bien, para volver con más fuerza y los colorados también deberán resolver problemas internos.
Amigos, dirigentes, militantes y a todas las personas que confiaron en nosotros con su voto:
Como bien saben, hemos vivido un año (y en realidad tres años) de enorme intensidad, de sacrificio y de trabajo sostenido por un proyecto político que atravesó momentos muy buenos y otros muy desafiantes. Gracias al esfuerzo de todos ustedes, logramos una buena votación e hicimos posible que un nuevo gobierno conduzca los destinos de nuestro departamento. Ese compromiso de más de 14.500 salteños nos dio una responsabilidad y también una enseñanza.
Hoy quiero compartirles una decisión personal: he decidido tomarme un tiempo. No es un retiro ni un final; es una pausa necesaria para rearmar con serenidad y profundidad un proyecto político que siga representando los valores, los intereses y la visión que nos trajo hasta acá. Es momento de mirar con perspectiva el camino transitado para aprender y juntar impulso hacia el futuro.
Falta mucho para las próximas elecciones nacionales y departamentales. Sin embargo, vemos a muchos focalizados tempranamente en estrategias, cálculos y movimientos anticipados. Pensar en el futuro no está mal; al contrario, es lo que estaremos haciendo por este tiempo que iniciamos. Pero creo profundamente en crecer por mérito propio y no “pegando codazos” al que está al lado.
El tiempo es sabio y siempre coloca a cada uno en su lugar.
No he perdido ni perderé jamás la convicción por un mejor Salto, desarrollado y pujante.
El legado de honestidad y franqueza seguirá más firme que nunca.
Un abrazo grande y hasta pronto,
Marcelo Malaquina