A sala llena, con los jugadores del proceso presentes, Óscar Washington Tabárez y el cuerpo técnico de la selección uruguaya durante el período 2006-2021 recibieron diversos reconocimientos.
Ando medio dubitativo porque ha sido muy fuerte lo que he vivido hoy. Para mí el fútbol no es lo más importante de la vida, pero es un vehículo imprescindible e inigualable para llegar a las cosas más importantes”, cerró el maestro su homenaje ante una sala repleta de admiración y gente las manos rojas de tanta ovación, así como centenares de ojos cristalinos que intentaron contener el llanto.
Diez de diciembre de 2025, un día que Óscar Washington Tabárez no olvidará, así lo anunció él ante sus jugadores, los que entre tantos mentores, pensarán en uno solo al escuchar la palabra “Maestro”
https://twitter.com/ovacionuy/status/1998938214736773583?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1998938214736773583%7Ctwgr%5Ef7f32eaa6a12e889f0f3dd2ce34a632b18edcc0d%7Ctwcon%5Es1_&ref_url=https%3A%2F%2Fwww.elpais.com.uy%2Fovacion%2Ffutbol%2Fun-homenaje-a-mucho-mas-que-el-maestro-tabarez-ando-medio-dubitativo-porque-ha-sido-muy-fuerte-lo-que-vivi
“Lo que quiero es agradecer, que es un verbo que se usó con mucha frecuencia en esos casi 15 años durante el Complejo. Cuando llegaban los de la Sub 15 les decíamos ‘acá se saluda y se agradece, al que le da la comida o le hace algún otro favor’. Se nos ha nombrado mucho a nosotros, pero son muchas más las personas que hicieron muchas cosas ahí en el Complejo Celeste”, expresó Óscar Tabárez. Un nombre que quedará grabado en cada uruguayo, por su legado y dedicación a la selección. El mismo que en junio publicó un libro en primera persona con su historia de vida, desafíos y los principios que han guiado su carrera y su pasión por el deporte. Al que después de su salida del cargo en 2021 se ha visto de manera esporádica en algún evento relacionado al fútbol.
El miércoles fue uno de esos días. La Sala Zitarrosa recibió el homenaje al cuerpo técnico de la selección en el período 2006-2021, Mario Rebollo, Celso Otero y José Herrera, los responsables de un proceso transformador de la Celeste.
Fue el segundo reconocimiento en una semana para el entrenador de 78 años, que el pasado viernes había recibido uno por parte de Peñarol, por ser el último DT campeón de la Copa Libertadores con el conjunto aurinegro. En esta ocasión, el espacio cultural, al que fueron invitados los 123 jugadores que participaron de la Celeste en ese periodo, abrió sobre las 20 horas para el ingreso de las personalidades. No se percibieron esas dos horas y media que transcurrieron entre la apertura a cargo de el Profe Piñeyrúa y Claudia Umpiérrez.
De este momento en adelante, videos de quienes no pudieron asistir como Marcelo Tulbovitz (impulsor de la idea), Luis Suárez, Fernando Muslera y Diego Lugano se proyectaron en la pantalla grande, así como hubo saludos de exdirigidos del Maestro en toda su carrera y colegas. “Te quiero mucho y ha sido grato compartir con vos” de Francescoli, el “fuiste uno de mis padres futbolísticos” de Diego Latorre, la sonrisa que le sacaron el italiano de Paolo Maldini, Scaloni y Tite; el “fuiste muy importante” de Scolari y una lista interminable de mensaje.
A ellos se añadieron incontables reconocimientos: textos convertidos en canciones, el cuadro que pintó la hija de Marcelo Broli, el paso al escenario del histórico Minguta, utilero de la selección, y su equipo que hizo al Maestro olvidar su bastón y pararse con gran velocidad.
Se repasaron goles, tristezas y alegrías, Copas América y Mundiales, la renuncia del Maestro a la FIFA tras la mordida de Suárez a Cellini, y la muestra de que siempre defendió a los suyos, desde aquel 2006, el día que comenzó el proceso.
“(Cuando llegamos) hubo que hacer un proyecto guía para dejar avanzadas las ideas y una vez había oído que unos japoneses tomaban organizaciones para sus empresas para que sean lo más eficientes posibles y sacaban mucho de las colonias de insectos que hay en la naturaleza… las hormigas, las aves, que eran un gran ejemplo. Pensamos en eso y dijimos ¿cómo podemos hacer? Esas ambiciones a veces son muy sanas, con la idea de progresar, de ser mejor, pero también sabemos que hay algunos que usan un elemento que se llama escalera, para trepar, entonces ¿cómo se hacía? a través de la trasmisión de valores, de la educación”, reflexionó el maestro.
www.elpais.com.uy – Foto: Ignacio Sánchez